HABLANDITO
Venezolana, profesora de español en Francia con espíritu de compartir mis experiencias profesionales.
sábado, 24 de marzo de 2018
Curso gratuito de español del Instituto Cervantes
Curso gratuito ofrecido por el Instituto Cervantes, excelente para nuestros alumnos o estudiantes de A2 a B1.
Nano MOOC, curso gratuito
domingo, 11 de marzo de 2018
Décimo aniversario
Esta semana cumple 10 años este
intento de compartir. Nacido de la necesidad de aprender, de no quedarme atrás
en esta loca carrera tecnológica, hoy, aunque descuidado por falta de tiempo es
uno de mis orgullos. Porque ha evolucionado conmigo, porque tiene más visitas
de las que jamás soñé ni aspiré (¡superamos las 22 mil!) y porque al menos de
vez en cuando me obliga a sentarme y a escribir para compartir con esos amigos
y colegas invisibles que a propósito o por accidente terminan en sus páginas.
domingo, 10 de diciembre de 2017
La Fina Línea
Con la llegada de la penúltima
(en Francia siempre se está guisando alguna nueva) reforma del liceo hace ya
algunos años, muchas fueron las preguntas y más la carga de trabajo extra.
Pero sin entrar en
todos los detalles, la prueba de expresión oral y de cierta manera la de
expresión escrita nos llevaron, me llevaron a practicar de forma más frecuente
y sistemática el ejercicio de la síntesis. No entendía yo entonces ni lo
entiendo ahora cómo los alumnos iban a saber hacer algo que nunca habían hecho,
al menos no en español.
Me acostumbré, desde
aquellas épocas a enseñarles y pedirles que al final de cada secuencia
redactaran una síntesis de lo estudiado. Por razones de tiempo y logística
(solo dos horas semanales y entre 25 y 30 alumnos por grupo) me he visto
obligada a pedir ese trabajo como personal e individual, fuera del aula.
Los resultados son
variopintos, a la imagen de los alumnos, claro. Pero lo que nunca he soportado
y ahora soporto aún menos es la copia, el plagio. En la red abundan los
trabajos hechos que por supuesto nunca calzan exactamente con lo estudiado en clase.
Están los alumnos que copian palabra por palabra, los que intentan disimular
cambiando algunas cosas, a veces desafortunadamente y los peores: Los que no
solo copian, sino que pretenden hacer pasar un trabajo hecho y/o corregido por
un nativo o un profesor como si lo hubieran escrito ellos. Como si yo mañana
publicará un cuento magnifico de Horacio Quiroga e insistiera al mundo que es
de mi autoría.
En nuestra sociedad
eso se llama plagio y está penalizado, pero en la red donde todo se copia, se
presta (¡ojo!, no lanzo piedras) nuestros jóvenes lo hacen con la más grande desfachatez
e incluso llegan a exigir puntos solo por haber conseguido y/o copiado el texto,
aunque ni una línea del mismo les pertenezca. Eso en mis clases vale 0/20.
Que un padre me acuse
de incompetente porque su querubín le asegura sufrir una injusticia de la parte
de una profe que escribió en su trabajo “Ceci ne correspond pas aux consignes,
ce n’est pas votre travail” es inaceptable. Porque además de ser mi lengua
materna, mi lengua de especialidad y llevar más de 20 años enseñando, soy capaz
de hacer la diferencia.
Para luchar contra el
plagio:
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