Así se llama un programa cultural estatal (creo) de la ciudad de Lyon al menos así lo he visto anunciado en alguno que otro evento organizado o co-patrocinado por la ciudad. Ayer como de costumbre recibí una invitación del Institut Lumière. Abrí tranquilamente la carta pues creía que era el programa de la retrospectiva que organizan sobre Tavernier (nada en contra del cine francés, del cual por cierto, este director es de los pocos que me gustan) que ya había visto en la página web del mismo. Cuál fue mi sorpresa al ver que se trataba de algo que sólo en Los Ángeles o en Cannes hubiera podido soñar con asistir: El preestreno de la primera parte de la biografía del Che realizada por Steven Soderbergh. En presencia de éste y de, cáiganse cual Condorito: BENICIO DEL TORO. Mi velada del 17 de noviembre tiene nombre y aspecto de revolucionario latinoamericano. Ése que fascina a nuestros alumnos que muchas veces ni siquiera tienen idea clara de quién fue. Si tuviera estudiantes o liceistas haría todo por convencerlos de ir pero como sólo tengo colegiales trato de convencerlos a ustedes queridos colegas. Y no me hagan hablarles de lo que pienso de Soderbergh, serían páginas incontables las de mi admiración por su genio. En todo caso, ya escribiré sobre la película y claro, sobre el de la boina y la barba.
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