martes, 6 de octubre de 2015

Creerse la mamá de los pollitos




Cuando era joven, en el siglo pasado, tuve la oportunidad de ser profesora guía o tutora o principal como le llaman aquí. La experiencia fue traumatizante desde muchos puntos de vista. Yo nunca he sabido hacer las cosas a medias. La obsesión por hacerlo lo mejor posible me llevó a pasar horas tratando de resolver cosas que o no todas eran de mi incumbencia o no estaban en mis manos realmente. Me sentía como el refrán del título.

El destino me trajo aquí y hasta ahora me he “salvado” de que me pidan serlo de nuevo,  porque el español no es materia "importante". No suelen organizarse las clases a partir de la segunda lengua al menos en mi centro no. Hasta ahora.

Este verano y por verdadera curiosidad profesional, me puse a investigar cómo prepararme para serlo eventualmente en un futuro cercano. No puedo llamar sorpresa a la confirmación de mis sospechas: No he encontrado ni formación, módulo o documento oficial. Claro en el BO aparecen las obligaciones de tal puesto. Pero eso es todo. En algún sitio académico hay algo sobre la orientación y ¡eso es todo amigos!

Nunca podré entender cómo en este país se pretende que la gente nazca aprendida. Es de hecho la más grande paradoja de la educación en Francia. Si eres profe pues ya tienes que saber todo lo que hay que hacer aunque nadie te lo haya enseñado.

Aún no sé si ese será uno de los objetivos para los años venideros. Lo que sé es que en lo único en que me gusta improvisar es en el teatro. En mi trabajo lo evito como la peste. 



1 comentario:

Agradezco de antemano todos sus comentarios.