Una Nueva Experiencia Gamificada
Hace un par de años,
solo por cosas de la vida vi la serie española El Ministerio del Tiempo. No suelo ver series ni españolas ni
francesas, confieso una preferencia marcadísima por las anglosajonas, tanto
estadounidense como inglesas. Pero la casualidad quiso que alguien que conozco,
compañero de viaje inolvidable y de profesión actor, trabajara en esa primera
temporada. Su papel fue pequeño, pero le valió obtener uno mucho más importante
en la segunda y a él, bravo por su excelente trabajo, estoy muy orgullosa de
conocerlo. Pero me estoy apartando de la serie. Me encantó y de inmediato le vi
el potencial para ser trabajada en clase. Utilizar fragmentos para ilustrar un
punto histórico del programa, por ejemplo. Aunque a mis alumnos se les
escaparían de seguro las deliciosas referencias y el humor inteligente. Luego
vi que un par de colegas gamificadores compartían sus experiencias inspiradas en
la serie de TVE, en lengua española o catalana pero en el área de historia.
Sin embargo, todo sus experimentos y sobre todo su generosidad al compartirlos,
fueron de gran ayuda.
Me lancé entonces este
año con mi clase de Seconde. El programa de esa clase incluye una parte llamada Mémoire donde por supuesto el
ingrediente histórico es de gran importancia. Por experiencia sé que no suele
ser la parte favorita de los alumnos y siempre he buscado hacer cosas en el
interior de esas secuencias que pudieran acercarles al contenido de manera
diferente. Música, teatro y hasta cómics he usado.
Creé un sitio web y
monté todo el proyecto con dos misiones: Reconquista y Nuevo Mundo. Solo pude
terminar la primera y eso más de forma tradicional que gamificada. La
aplicación del proyecto fue un fiasco. He reflexionado mucho en las razones de tales resultados y
además de los errores de novata en estas lides que detecté, debo confesar con
desanimo que resultó todo DEMASIADO innovador para mis alumnos. Los mismos se
quejaron de no entender por qué todo ese jaleo de ser agentes (en realidad al
principio eran solo becarios), eso de los roles no les convenció nunca. Además,
el trabajar por tareas ya conocen, pero que varias de esas tareas fueran
juegos, aunque a algunos le resultaba motivador a otros solo los desestabilizó
al sacarlos de su zona de confort. Al realizar el sondeo con ellos no lo
pusieron en esos términos, pero es lo que puede leerse entre líneas. Este tipo
de trabajo solicita mucho más al alumno que otros más tradicionales y aunque si
está bien hecho y las clases se adhieren al mismo, la motivación puede ser tal
que les lleve a superar esas diferencias con relación a lo que están
acostumbrados.
Cuento con las
vacaciones de verano para pulir los detalles de lo que no funcionó y aplicar las mejoras y modificaciones necesarias pues sigo
convencida de que es un trabajo interesante y que con esfuerzo y un poco de
suerte (una clase un poco más abierta) podré cosechar mejores logros el año que
viene.
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