En este final de año escolar la pregunta es siempre la misma
¿Qué hacer con los chicos si ya has terminado el programa, ya no hay notas y
los alumnos (y los profes) tienen, (tenemos) la cabeza en las vacaciones?
Películas, juegos, meriendas. Yo este año quise cambiar.
Desde siempre había querido hacer con mis monstruitos
adorables unas piñatas. Este año mis
alumnos de quatrième han sido tan particularmente
adorables que me decidí.
Si os preguntáis dónde las rompimos, pues mi centro escolar
tiene uno de los parques más grandes y bonitos de todo Lyon. Así que pudimos
hacerlo dentro de nuestro recinto y a la vez en plena naturaleza.
Antes de comenzar con la fabricación vimos un reportaje
sobre las piñatas tradicionales:
Y aprendimos una canción para el momento de romperla. Yo
quería una gaita típica de mi tierra pero me di cuenta que era muy difícil. Me
salvaron mis queridos mexicanos, campeones mundiales piñateros.
Canción de
la piñata
Dale, Dale, Dale
No pierdas el tino
Porque si lo pierdes,
Pierdes el camino.
Bajen la piñata
Bájenla tantito
Que le den de palos
Poquito a poquito.
No quiero oro
Ni quiero plata
Yo lo que quiero
Es romper la piñata.
Para la fabricación consulté esta caverna de Alí Baba que es
Internet y conseguí este sitio:
Que estuviera ilustrada fue fantástico. No todas quedaron
perfectas pero se divirtieron de lo lindo haciéndolas.
Para la logística llevé uno de esos tapasojos que dan en
los aviones, más cómodo que una bufanda o una pañoleta. Compré cable de
extender la ropa, me llevé un palo de escoba, algo de metal maleable y claro golosinas (los chicos también llevaron) y papelillos hechos con revistas viejas. Ya se imaginarán lo bien que nos lo pasamos, aquí finalmente las fotos.
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